sábado, abril 25, 2009

Condi y sus amigos aznaristas

Publicado el 24-04-09 en www.estrelladigital.com, por Marcello (seudonimo utilizado por Pablo Sebastian). Ni el periodico ni el escritor se caracterizan por su amor a la izquierda, pero sin duda este articulo es una muestra de que en Espanya todavia existe una derecha civilizada.
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Condolezza Rice (la señora arroz, la llamó el Rey Juan Carlos) está en el ojo del huracán, o de la posible investigación de las torturas ilegales que fueron autorizadas en los Estados Unidos, porque se ha descubierto que en 2002 autorizó prácticas de tortura sin cobertura legal, y por supuesto moral. Así, la que fuera la consejera de Seguridad y la secretaria de Estado del presidente George Bush, está bajo presión política, mediática y judicial, y con ella sus otros compañeros en el gabinete como Cheney o Rumsfeld, y ya veremos si el propio Bush.
Sobre todo una vez que el presidente Obama ha abierto las puertas a una posible investigación judicial de los responsables políticos de torturas. Una medida que chocan con la actitud de Obama contraria a procesar a los que han llevado a cabo estas prácticas infames que violan derechos humanos, libertades y las leyes nacionales e internacionales, con la misma facilidad que se violó la normativa internacional en la mentirosa guerra de Irak.
Pues bien, a Condolezza, Aznar y sus colaboradores la llamaban "condi" y mantenían con ella y con Rumsfeld una llamativa familiaridad que ahora se vuelve contra estos personajes, algunos de los cuales lejos de reconocer el cúmulo de errores y abusos cometidos en Irak, las cárceles secretas, otras más públicas como Abú Griab o Guantánamo, siguen con sus discursos del eje del mal, y del vale todo -incluso la muerte o la tortura- para la lucha contra el terrorismo islámico.
Entre ellos figura el presunto analista -es un fanático, más que otra cosa- Bardají estrecho colaborador de Aznar y puede que ubicado en FAES con lo que estaría comprometiendo seriamente al PP con su actitud infame, y que acaba de publica en ABC un artículo para justificar las que llama "presuntas torturas". Torturas de las que todo el mundo ha visto imágenes, que han sido reconocidas por sus autores, hasta por el gobierno de Bush, y que han sido hechas públicas por el presidente Obama y constan en muchos documentos oficiales del gobierno norteamericano, gráficos y escritos. Los mismos documentos que se van a poner a disposición de las respectivas comisiones del Congreso y Senado de los Estados Unidos.
¿Cómo pueden Aznar, FAES y el PP consentir semejantes infamias a estas alturas de la guerra de Irak y cuando la famosa Condi se encuentra a punto de sufrir una investigación política y judicial que ya veremos a donde le va a llevar?
Cabe discutir la oportunidad de Obama de abrir este debate si no piensa llegar hasta el fondo de las responsabilidades políticas y judiciales del caso, tanto en lo que a los legisladores, políticos y torturadores se refiere. Pero lo que no se puede poner en tela de juicio son los crímenes y las torturas que una democracia como la americana puso en marcha en la guerra de Irak, poniéndose con ello a la altura de los más feroces regímenes autoritarios. Y resulta sorprendente y repugnante que en España, en el entorno de Aznar y del PP, algunos sigan haciendo semejante apología. Lo que solo es explica desde la desesperación y enajenación que les produce a estos amigotes de Bush, Condi, Rumsfeld y Cheney, el ver como se les derrumba el castillo de abusos y mentiras en el que todos habitaron en un tiempo aún no lejano y del que en España, los chicos de Aznar siguen haciendo una apología que en Estados Unidos nadie, ni siquiera estos cuatro, se atreve a mencionar.